Uruguayo para ilusionar y otro para llorar
Hoy quizá fue bueno
escribir esta crónica un día después del partido. Al finalizar el mismo reinaba
la bronca y la amargura. Pasando las horas quizá uno puede reflexionar más
sereno y encontrar otros puntos para analizar en este electrizante partido.
River jugó el mejor
partido en el campeonato. Un cambio de estrategia que le posibilitó crear, y no
miento, mas jugadas de peligro que en los últimos diez partidos. Ofensivamente
el equipo fue otro. Fue un equipo punzante, con variantes de juego, con profundidad.
Otra cara del equipo. River hizo tres goles de jugadas de sus delanteros y pudo
hacer, especialmente en el primer tiempo, dos o tres goles más.
Esto se hace mas
valedero cuando el equipo que tenía enfrente no había recibido goles en contra.
Si bien una vez más, River empezó perdiendo, se recuperó, lo dio vuelta y
estuvo muy cerca de ganarlo.
Me doy cuenta que
después del partido uno encuentra cosas positivas. Entusiasma y mucho Rodrigo
Mora. El uruguayo fue la figura de la cancha. Encarador, hábil, fuerte. Jugó un
primer tiempo de altísimo nivel. Hizo un golazo y además asistió en los otros
dos goles. Se entendió perfectamente con Trezeguet. El goleador volvió al gol y
tuvo una destacada actuación. Mora en el segundo tiempo fue claro que sintió el
esfuerzo, pero ilusiona en el armado del equipo la aparición de este delantero.
Después de Mora la figura fue Ponzio. Una vez más el mediocampista fue clave.
Recuperando, distribuyendo el juego, llevando el equipo para adelante. El
tercer gol fue gran parte mérito de él. Falló Maidana, enderezó la jugada el
mismo Ponzio y desde 40 metros puso un pase a Funes Mori para comenzar la
jugada del tercer gol. Mora, Ponzio y un escalón más abajo Trezeguet, fueron de
lo mejor de River.
Si alguien lee esta
primera parte de la crónica, y no sabe el resultado final, se imagina que River
ganó por dos o tres goles de diferencia, que jugó mejor que su rival y que su
rendimiento fue de lo mejor de los últimos tiempos. Y fue así, pero
lamentablemente hay que entrar en la segunda parte de análisis.
River empató en primer
lugar por los errores de un jugador. Pésimo partido del uruguayo Sánchez. El
penal que comete para el segundo gol de Newels, no es culpa que haya estado
jugando de lateral ni del técnico ni nada. Un despropósito que un jugador de
primera división cometa un error de esa magnitud. En el empate del rival
también se queda fuera de la jugada. Un papelón el nivel de Sánchez, si costaba
entender porque nunca salía del equipo, sólo esperamos que por un tiempo largo
no juegue de titular.
Lo segundo para
analizar del empate de River es la fatalidad de la lesión de Mercado. Es raro
como mínimo el armado del banco de Almeyda sin defensores. Error de cálculo del
técnico para mí. La ubicación que tuvo que tener Sánchez desdibujó el armado
previo. No estuvieron seguros los defensores. Y como siempre la defensa fue lo más
flojo. A River le hacen goles en el área siempre. Recordemos; Tigre, Colón y
los dos goles de Newels de ayer, son casi en el área chica. Esto no habla bien
de River. Y fue ayer una de las causas por las que River no ganó.
No se puede echar
siempre la culpa al técnico, si un jugador comete errores como Sánchez, no se
puede responsabilizar a otros. Pero el funcionamiento defensivo de River ayer,
evitó que River se llevara el mejor triunfo de los últimos tiempos. Todo mal
hace la defensa de River cuando la atacan. Ojalá el técnico encuentre la vuelta
y tenga soluciones para ofrecer. La lesión de Mercado tiene que marcar la
vuelta de Abecasis al equipo titular. Y para mí, tener otra decisión con los cambios.
Ayer le volvió a faltar un cambio a River. Ya sabemos que cuando el Keko
Villalba entra con él partido así, es muy difícil que tenga espacios. Y para
mí, el cambio era antes por Funes Mori para que entre Lanzini a jugar de
enganche.
Un párrafo aparte para
Funes Mori. Se lo ve mejorado, es el goleador del equipo en estas 6 fechas.
Pero cuesta entender el gol que erra al final. En situaciones límites todavía
sigue tomando decisiones inexplicables que generan dudas sobre su real
rendimiento. Tuvo el triunfo en sus pies y definió pésimo.
No ganó River. El nivel
de juego creció y mucho. Parece el camino. Pero la amargura del empate hace
reflexionar otras cosas que son obligación para el técnico solucionarlas. Y los
tiempos se achican. River deambula por la mitad de tabla.
Habrá que reemplazar al
mejor jugador de River en el torneo que es Ponzio, suspendido para la próxima
fecha. No será fácil y Vélez el rival tampoco.
Empató River, una vez
más, pudo ganar, debió ganar, pero se equivocó Sánchez y no pudo festejar. Un
uruguayo para ilusionar, otro para llorar.
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