Demoré unos días más en
escribir mi blog. Han sido días muy intensos para los hinchas de River.
El domingo el equipó
nos regaló una goleada de esas que hace tiempo no se vivían. Impensado regreso
al triunfo de local en primera división.
Y el lunes 8 celebramos el evento de la “bandera
más larga del mundo”. 80.000 personas en las calles soltando la pasión por
River.
Fueron días para
disfrutar y sentirse el más grande de todos.
El domingo el equipo
volvió a sorprender gratamente. Parece increíble. Muchos dudamos de este
esquema que propuso Almeyda los dos últimos partidos. Pero la realidad ha
marcado algo distinto. Cuatro centrales y tres números cinco. 9 goles en dos
partidos, dos goleadas y ningún gol en contra.
Tenemos que volver a
hablar de la actitud del grupo. Almeyda ha logrado tener un equipo que lo
sostiene a él como técnico. El “vestuario” se nota bien. Y los jugadores han
estado a la altura de la actitud que River debe tener. Y en el peor de los
momentos, aparecieron jugadores en un nivel individual muy alto.
River vapuleó a Godoy
Cruz. Con un primer tiempo donde los visitantes pegaron dos pelotas en los
palos y River estuvo eficaz y contundente. El segundo tiempo fue un monólogo de
River. Como en Sarandí, Ponzio fue la figura. Y eso que jugó sólo 45 minutos.
Marcó el juego, es el dueño del equipo y el mejor asistidor. Y ahora le está
sumando un gol por partido. Momento impresionante de Ponzio.
En segundo lugar el
uruguayo Mora está demostrando ser un refuerzo de enorme jerarquía. Despliegue,
habilidad, labor en equipo. Imparable el delantero de River y además convirtió
un gol.
El uruguayo Sánchez
venía muy mal. Almeyda, contra todos, decidió respaldarlo. En domingo jugó su
mejor partido desde que está en River y anotó dos goles. El segundo con una
definición magistral.
El resto del equipo
anduvo parejo. Todos aportaron. Pezzella se sigue consolidando y a mi gusto,
Bottinelli está creciendo partido a partido. Es impasable de arriba y eso le da
seguridad a todo el equipo.
Gran goleada de River. La
segunda consecutiva. A seguir ganando y esperar a Boca. Primero viene Quilmes
igual. River está teniendo una identidad distinta a la esperada. En la
formación aparece como un equipo destinado a la contención y al contragolpe.
Laterales sin salida incluso. Pero volvemos a lo anterior. 9 goles en dos
partidos, valla invicta. Hay que rendirse ante las pruebas.
Con esa alegría de la
goleada, nos pusimos a esperar el evento. Esta bandera nos llenó de orgullo.
Más que los metros, más que el record, más que cualquier cosa; nos hizo vibrar
la pasión. Esa frase tan repetida ese día: Que lindo es ser de River.
Gracias a todos los que
hicieron posible el evento. Gracias las
más de 80.000 personas que llenaron las calles de Buenos Aires. Gracias a la
solidaridad de los hinchas de River, que hicieron posible mas de 3 toneladas de
alimentos para donar.
Goleada, bandera,
pasión. Ganar 5 a 0 en tu estadio, llenar de las calles de rojo y blanco. Parte
enorme de la identidad que jamás debemos perder.
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