boca 1 - River 1
Pasó otro súper clásico
del fútbol argentino. Y pasó sin pena ni gloria. Un prometedor arranque de
River, pero después todo se diluyó. El marco de siempre, la gente de River
presente. Pero un equipo que sigue dando pruebas de que no está para grandes
cosas.
River no ganó, porque
jugó mal. Y muy mal el segundo tiempo. A pesar de ese gol a los 45 segundos
River jamás fue contundente. Al fútbol, este deporte tan hermoso, se gana
cuando se hacen goles. Y River no hace goles. Y quienes tienen la mayor
responsabilidad de convertir, no lo hacen casi nunca.
Ramón Díaz renovó la
confianza en Funes Mori. Un delantero de bajísimo nivel. ¿Hasta cuando este
muchacho va a seguir jugando con ese desgano, con esa falta de talento
alarmante? 94 partidos en primera tiene. Jamás fue determinante en un partido.
Hoy, en lugar de pensar en hacer algo para ganarse al hincha, jugó peor que
siempre. Ni cerca del área estuvo.
River no gana por que
no tiene gol. Como el domingo pasado frente a Quilmes, el delantero rival tuvo
una, y la mandó a la red. Boca y Quilmes, tuvieron delanteros que le hicieron
goles a River.
El segundo tiempo fue
espantoso. Sin carácter, sin actitud para ir a buscar el resultado. Frente a
este limitadísimo Boca, River no pudo ni siquiera ponerlo contra su arco.
El primer tiempo fue
algo mejor. Pero el empate terminó siendo el resultado más propio de un partido
muy pobre. Sánchez erró un gol imposible que agrandó al rival.
Lo único destacable fue
el nivel de Iturbe. No se entiende porque el cambio. Algo de Balanta y Ledesma.
Barovero también se destacó.
River quedó en deuda
con su gente. Por juego y por actitud. Un plantel que no está a la altura de la
historia de River. El segundo tiempo fue de un equipo sin alma, sin historia. A
mí, no me importa si el rival festeja empates, me importa que River gane, y hoy
River no ganó. Basta de hablar sobre si el otro llena la cancha o no, basta de
decir si festeja empate Boca. Miremos a River, y pongamos la historia del club más
grande en su lugar.
River tiene que volver
a encontrarse con su identidad. Veo que en las dos visitas últimas a la cancha
de Boca, se termina hablando, y a veces elogiando a quienes se van expulsados.
Esa vez de Almeyda, y ahora Ramón, se equivocan. Como se dice comúnmente, “venden
humo”. Actúan para cambiar el foco de la discusión. Hace tiempo, y no mucho, el
hincha de River aplaudía en la Boca a quienes hacían goles, no a quienes se van
expulsados. Hay que recuperar la hidalguía, la identidad. Se aplauden los
goles, los grandes jugadores. No los expulsados.
Partido ensuciado por
la estupidez de los hinchas de Boca, y sobre todo por la falta de coraje de
Delfino de suspender el partido.
El partido fue una
muestra de varias cosas. El bajo nivel de River, y la estupidez de la
organización. Te sacan un encendedor, revisan hasta abuelos de 80 años y la
pirotecnia estaba en la tribuna. Espero que la cancha de Boca sea clausurada. Y
por mucho tiempo.
Ramón ha podido con un
equipo mediocre, hacer una campaña aceptable. Pero siempre vamos a exigir más.
No lo discuto como técnico. Pero no me gustó nada su gesto. Si es hincha de
River, y lo es, se fue con todos nosotros a la segunda categoría. Otra venta de
“humo”. No fue una buena tarde del técnico. No acertó en los cambios y se
equivoca en la expulsión.
Humo en Ramón, humo en la ridícula tribuna de Boca, humo en Delfino. Humo en todas partes, que tapó el juego y la identidad de River.
Clásico mediocre, nivel
mediocre. Quedan 7 partidos. Para intentar un milagro, para pelear hasta el
final.
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