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| Ramón Díaz y la mala costumbre de desafiar a la gente y pensar sólo en él. |
Muchos se preguntarán,
por el título de este artículo del blog. River volvió a perder y no encontraba
algo que sea claro para definir el espanto y el papelón del equipo que jugó el
domingo y que además presentó su técnico, Ramón Díaz.
Volví a ver imágenes
del partido y me quede con una. A los 8 minutos de haber comenzado el partido,
Menseguez hizo un gol. Emiliano Díaz y su Padre lo festejaron como si fuera el
gol de Alzamendi en la final de la Copa Intercontinental. Fue lo único que pudo
festejar River, porque después fue todo una lágrima, una falta de respeto a la
gente que estaba en la cancha.
Y al final del partido,
del cual nada se puede rescatar, Ramón volvió a esta impresentable actitud de
hacer gestos a la gente. Le dijo a la gente, “yo acá di muchas vueltas”, y miró
desafiante a la gente de River, a esa gente que tanto dice querer.
Ramón hace tiempo que
parece más preocupado por sí mismo, que por el rendimiento de su equipo. Quiere
demostrar que nunca se equivoca. Entiendo que puede ser el rendimiento de
Menseguez un mérito de Ramón, pero hoy es algo muy pequeño en este desastre que
es el equipo.
Ramón parece sólo
querer demostrar y demostrarse él. Su hijo nadie sabe qué papel juega. Parece más
contento por sus amigos que por el equipo. Quieren ganar ellos, no quieren
parece que River juegue mejor.
Ojalá cambie todo esto, River debe jugar mejor y
ganar la Copa. Ramón es el técnico que hoy tiene que estar en River, pero
también debe cambiar. Nada ni nadie es intocable en River. Tampoco Ramón Díaz.
No le encuentra la
vuelta, los jugadores no responden. El club es un caos y también perjudica el
trabajo. Pero hay cuestiones tácticas que corresponden al entrenador. Comprendo
un recambio para pensar en la Copa, ¿pero este espanto de equipo es lo que
puede presentar? Un desastre todo. Balanta de lateral hizo todo mal, Ledesma de
nuevo de titular fue un fracaso. A los 15 minutos del primer tiempo, le digo a
alguien: Ledesma juega para la expulsión. Y así fue, dos patadas violentas y a
destiempo dejaron a River con 10 en la mitad del primer tiempo. Sólo el primer
tiempo de Solari. Todo mal después.
Otra derrota, River muy
cerca de los últimos puestos. Hay que ganar la copa, pero sumar puntos. La
historia de River no se merece este presente. Preocupa mucho lo limitado del
plantel. Hay jugadores que Ramón puede tener en cuenta y no lo hace: Ejemplo,
Aguirre, Simeone. Y al mismo tiempo insiste con Ledesma, Rojas y Bottinelli.
Hay que tener confianza
para el partido revancha contra Lanús. Parece un momento bisagra. Todo puede
estallar, y la relación del plantel con el técnico puede entrar en un terreno
complejo. No ilusiona el equipo, pero esperemos que con actitud y buen juego puedan pasar de ronda.
¡Hay que trabajar
Ramón! Dejar de pensar en los logros personales y plasmar otro juego y otro
rendimiento. Basta de festejar desafiando. Esto es River. Nada está por encima.
Y por favor, basta de gestitos, de miradas y de provocaciones. Con la gente no
te metás.
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