Hace días me pregunto que es River hoy. Te lo pregunta la gente, que te dice, van ganando, van bien. Y uno siempre expresa lo mismo. Ganar tres partidos en el Nacional B, no cierra ni ahí la herida. Todavía es el tiempo de las preguntas, de las dudas y de la sorpresa que sigue estando del estado anti-natural del presente de River.
Lo único que ha perseverado es la pasión del hincha. Que sufre no pudiendo ir a la cancha, que sufre el momento.
Ver estos tres triunfos, incluso, hacen sumar la duda más profunda que tenemos. Por qué ahora los refuerzos?. Ver jugar a Sanchez, a Aguirre, los que han regresado, nos hace preguntar, insisto, por qué ahora?. La respuesta de algunos será clara. La plata de Lamela, de Bounanote, etc…, no alcanza la explicación. Seguimos pensando que hubo errores de estrategia claros y precisos.
Todo será muy lento y doloroso. NO hay motivos para festejar. Sólo caminar esta peregrinación a la cual River está siendo sometido. Los jugadores también tendrán que hacer lo mismo. A todos también nos calma nuestro técnico, que expresa serenidad y sentido común.
Los dirigentes y quienes viven la política en River, también tendrán que poner lo suyo. Hay que serenar River, hay que transitar este camino sin más riesgos de los que ya tenemos.
En el partido contra Desamparados, poco se puede analizar. La capacidad individual terminó siendo el factor del triunfo. Igual esta vez, creció la defensa, y se lo vio mas seguro a Chichizola.
La gran figura fue otra vez Sanchez, y es un placer ver que un juvenil como Ocampo de sus primeros pasos con talento y claridad.
Todo esto sigue, muy de a poco. Es la refundación de River. Pero nada hay que festejar, sólo demostrar una vez más, que la pasión por River, es el acontecimiento deportivo mas importante del país.
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