Tarde amarga para los hinchas de River. A partir de mi título voy a resumir en tres sensaciones lo que sentimos en la tarde de ayer.
Lágrimas!. Eso fue el equipo ayer. Una lágrima, frío como dijo el técnico. River careció de ideas, fue un equipo desordenado, con algunos rendimientos individuales muy pobres. Y además, estuvo desatento, quizá demasiado confiado. Recibe dos goles de corner, en jugadas muy similares. Arquero que no sale y defensores que pierden la marca. Fue irritante ver como todos los balones pasaban por Arano y River no podía generar fútbol. Ríos se lo perdió al inicio y después el equipo apareció partido, sin juego y repitiéndose todo el tiempo en la forma de atacar. Sin sorpresa ni ideas claras.
Mal partido de los centrales, pésimo partido de Ledesma mientras estuvo en la cancha. Nadie jugó bien.
Algunas consideraciones sobre esta lágrima que fue el equipo: Arano no fue el peor tampoco. Pero River se resiente en las pelotas áreas sin Díaz. Es urgente su regreso.
No me gustaron los cambios. No creo que hacer cambios apurados y desarmar el equipo sea lo mejor. Terminó jugando con Sanchez de 5, con Vella muy adelantado y por su espalda fue la jugada que devino en el corner del gol de Aldosivi.
Para mí, el cambio era el Chori por Ríos. El arquero de River duda mucho en los centros todavía. En el primer gol, se queda a mitad de camino, ni sale, ni se queda parado en la línea, lo peor para un arquero, ni una cosa ni la otra. Tarde para olvidar pronto de todo el equipo y a revisar con profundidad los errores cometidos.
La Nostalgia: Hace 25 años, River ganaba su primera copa libertadores. Un equipo que marcó una época e hizo historia. Jugadores que quedaron en la historia grande del club. Llegando al estadio uno se llenaba de sensaciones extrañas. Reviviendo aquella gloria, nos encontrábamos jugando en otro estadio, con un equipo del Nacional B como Aldosivi. Seguimos sin poder digerir este tiempo presente, la nostalgia nos hace complicado este año. Ojalá vuelvan algunas vez, y pronto esas páginas tan gloriosas de la pasión mas grande del mundo. River Plate.
Y por último, serenidad amigo. Se perdió un partido, que duele es verdad, pero solo es un partido. En un torneo muy largo, que da lugar para trabajar y no repetir errores. Ser serenos y no perder la calma. El camino es largo, se recorrer con nostalgia y lagrimas, pero con la pasión intacta de esta revolución que significa River y su gente.
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