domingo, 5 de mayo de 2013

Clásico lleno de "humo"

boca 1 - River 1


Pasó otro súper clásico del fútbol argentino. Y pasó sin pena ni gloria. Un prometedor arranque de River, pero después todo se diluyó. El marco de siempre, la gente de River presente. Pero un equipo que sigue dando pruebas de que no está para grandes cosas.

River no ganó, porque jugó mal. Y muy mal el segundo tiempo. A pesar de ese gol a los 45 segundos River jamás fue contundente. Al fútbol, este deporte tan hermoso, se gana cuando se hacen goles. Y River no hace goles. Y quienes tienen la mayor responsabilidad de convertir, no lo hacen casi nunca.

Ramón Díaz renovó la confianza en Funes Mori. Un delantero de bajísimo nivel. ¿Hasta cuando este muchacho va a seguir jugando con ese desgano, con esa falta de talento alarmante? 94 partidos en primera tiene. Jamás fue determinante en un partido. Hoy, en lugar de pensar en hacer algo para ganarse al hincha, jugó peor que siempre. Ni cerca del área estuvo.

River no gana por que no tiene gol. Como el domingo pasado frente a Quilmes, el delantero rival tuvo una, y la mandó a la red. Boca y Quilmes, tuvieron delanteros que le hicieron goles a River.
El segundo tiempo fue espantoso. Sin carácter, sin actitud para ir a buscar el resultado. Frente a este limitadísimo Boca, River no pudo ni siquiera ponerlo contra su arco.

El primer tiempo fue algo mejor. Pero el empate terminó siendo el resultado más propio de un partido muy pobre. Sánchez erró un gol imposible que agrandó al rival.
Lo único destacable fue el nivel de Iturbe. No se entiende porque el cambio. Algo de Balanta y Ledesma. Barovero también se destacó.

River quedó en deuda con su gente. Por juego y por actitud. Un plantel que no está a la altura de la historia de River. El segundo tiempo fue de un equipo sin alma, sin historia. A mí, no me importa si el rival festeja empates, me importa que River gane, y hoy River no ganó. Basta de hablar sobre si el otro llena la cancha o no, basta de decir si festeja empate Boca. Miremos a River, y pongamos la historia del club más grande en su lugar.

River tiene que volver a encontrarse con su identidad. Veo que en las dos visitas últimas a la cancha de Boca, se termina hablando, y a veces elogiando a quienes se van expulsados. Esa vez de Almeyda, y ahora Ramón, se equivocan. Como se dice comúnmente, “venden humo”. Actúan para cambiar el foco de la discusión. Hace tiempo, y no mucho, el hincha de River aplaudía en la Boca a quienes hacían goles, no a quienes se van expulsados. Hay que recuperar la hidalguía, la identidad. Se aplauden los goles, los grandes jugadores. No los expulsados.

Partido ensuciado por la estupidez de los hinchas de Boca, y sobre todo por la falta de coraje de Delfino de suspender el partido.

El partido fue una muestra de varias cosas. El bajo nivel de River, y la estupidez de la organización. Te sacan un encendedor, revisan hasta abuelos de 80 años y la pirotecnia estaba en la tribuna. Espero que la cancha de Boca sea clausurada. Y por mucho tiempo.

Ramón ha podido con un equipo mediocre, hacer una campaña aceptable. Pero siempre vamos a exigir más. No lo discuto como técnico. Pero no me gustó nada su gesto. Si es hincha de River, y lo es, se fue con todos nosotros a la segunda categoría. Otra venta de “humo”. No fue una buena tarde del técnico. No acertó en los cambios y se equivoca en la expulsión.

Humo en Ramón, humo en la ridícula tribuna de Boca, humo en Delfino. Humo en todas partes, que tapó el juego y la identidad de River.

Clásico mediocre, nivel mediocre. Quedan 7 partidos. Para intentar un milagro, para pelear hasta el final. 


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